17.5 C
Santiago
Domingo, Noviembre 9, 2025
spot_img

¿Qué dice la Biblia sobre el ego?

El ego es una de las batallas más silenciosas pero más poderosas que enfrenta el ser humano. Es esa voz interior que nos hace pensar que somos el centro del universo, que siempre tenemos la razón y que los demás deben girar en torno a nosotros. Pero, ¿qué dice realmente la Biblia sobre el ego?

El ego: una barrera entre Dios y nosotros

El ego es la raíz de muchos pecados: la soberbia, el orgullo, la vanagloria y la autosuficiencia. La Biblia enseña que el corazón humano tiende al orgullo, y que este nos separa de Dios.

“Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.”
(Santiago 4:6)

Cuando el ego gobierna nuestra vida, dejamos poco espacio para que Dios actúe. Nos volvemos autosuficientes, creyendo que no necesitamos Su guía. Pero la verdad es que sin Dios nada podemos hacer (Juan 15:5).

Jesús, el ejemplo perfecto de humildad

Jesús nos mostró cómo vencer el ego: sirviendo a los demás y obedeciendo al Padre. Aunque Él era el Hijo de Dios, nunca buscó su propia gloria.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo.”
(Filipenses 2:5-7)

El verdadero poder no está en imponer nuestra voluntad, sino en rendirla ante Dios. El ego busca ser servido, pero el amor de Cristo busca servir.

El ego en la vida diaria

El ego puede manifestarse de muchas formas sutiles:

  • Cuando queremos tener siempre la última palabra.

  • Cuando nos cuesta reconocer un error.

  • Cuando buscamos aprobación o reconocimiento de los demás.

  • Cuando creemos que nuestra opinión vale más que la de otro.

La Biblia nos invita a examinar nuestro corazón constantemente y pedirle a Dios que nos libre del orgullo.

“Examina, oh Dios, mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.”
(Salmo 139:23)

Cómo vencer el ego con ayuda de Dios

  1. Ora pidiendo humildad. Reconoce que sin Dios no puedes vencer al ego por tus propias fuerzas.

  2. Lee la Palabra diariamente. La Biblia nos recuerda quién es el verdadero centro: Cristo.

  3. Practica la gratitud. Agradecer nos ayuda a reconocer la gracia de Dios en todo.

  4. Sirve a los demás. Cada acto de servicio rompe una parte del orgullo interior.

Conclusión

El ego nos aleja de la presencia de Dios, mientras que la humildad nos acerca a Él. Cuando dejamos de buscar nuestra propia gloria y comenzamos a exaltar la de Cristo, encontramos verdadera paz y propósito.

“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
(Mateo 23:12)

Que cada día podamos decir:
“Señor, no se haga mi voluntad, sino la tuya.”

NOTICIAS RELACIONADAS

SIGUE NUESTRAS REDES

2,622FansMe gusta
197SeguidoresSeguir
73SeguidoresSeguir
521SuscriptoresSuscribirte

MÁS VISITADAS