La humildad no es debilidad, sino una muestra de verdadera fortaleza espiritual. Jesús nos enseñó que el que se humilla será exaltado (Mateo 23:12). Reconocer nuestras limitaciones y depender de Dios nos llena de su poder y gracia. Cuando dejamos de confiar solo en nuestras fuerzas y abrimos el corazón a Él, encontramos paz y dirección. Hoy, practica la humildad entregándole a Dios tus cargas y confiando en que Él hará lo imposible en tu vida.
Visita Mas Devocionales