“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
(Hebreos 11:1)
Reflexión:
Todos pasamos por temporadas donde el camino parece oscuro y la respuesta no llega. En esos momentos, la fe se convierte en nuestra fuerza. Creer no significa tener todas las respuestas, sino confiar en el carácter de Dios incluso cuando las circunstancias nos empujan a dudar. La fe es como una semilla que, aunque esté oculta bajo la tierra, sabemos que en su tiempo dará fruto.
Aplicación para hoy:
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Ora aunque no sientas ganas; Dios escucha incluso el suspiro de tu corazón.
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Recuerda las promesas que Él ya ha cumplido en tu vida.
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Confía en que su tiempo es perfecto, aunque no sea el tuyo.
Oración:
Señor, ayúdame a caminar por fe y no por vista. Fortalece mi corazón para confiar en Ti en todo momento, y que mi esperanza esté siempre anclada en tus promesas. Amén.
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